Existen canciones de amor, de celebración, de cuna, de despedida, de protesta, de verano. Otras dedicadas a lugares, personas o hechos históricos. Canciones narrativas, monólogos, diálogos. Poemas cantados. Mantras. Canciones crudas, refinadas o urgentes. Para escribirlas solo hace falta un motivo, la fuerza interior que las lleve a la superficie. Todos tenemos nuestra canción subterránea: si el cuerpo necesita cantar te propongo encontrarla.
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